El Clan Zeppeling nos cuenta las aventuras de su tercera etapa:
A las seis de la mañana nos hemos levantado, y casi sin querer a todo el albergue también, gracias a la alarma interminable de Patri.
A las seis de la mañana nos hemos levantado, y casi sin querer a todo el albergue también, gracias a la alarma interminable de Patri.
Empezamos el camino como todos los días a las 6:30. Ya
metido en la marcha, y saliendo de Gonzar, nos equivocamos de camino pero poco
después nos dimos cuenta, nos encontramos al señor de Navarra, y retrocedimos, encontrando
el camino correcto. Ahora sí, empezamos el día.
La primera parada de la mañana ha sido en Palas de Rei, en
la que nos ha sellado la compostelana el cura de la iglesia. Depués hemos
parado a tomar un tentempié y continuamos, hasta el destino marcado. Hoy el
Camino se ha hecho algo duro, ya que no se veía el fin de un polígono
industrial. Hemos supuesto que era de Madrid, porque seguíamos sin llegar a
Melide. Las cuestas siguen siendo muy pronunciadas, no sólo en las subidas,
sino también en las bajadas. Hoy hemos visto que la etapa ha sido algo costosa
y a cada paso que dábamos parecía que aumentaban los kilómetros.

Por la tarde, después del merecido descanso de la siesta, hemos dado una vuelta por el pueblo, encontrándonos con la iglesia, en la cual hemos estado dos minutos, de los cuales uno fue para que una señora mayor nos llamara la atención y nos diera unas rosquillas muuuuuuy dulces. Si te comes más de un par de ellas, corres el riesgo de que se te caiga un diente jejeje. En la iglesia nos hemos encontrado con peregrinos de días anteriores, con los que hemos estado hablando.
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